¡Hola, soy Abel!

Gracias, Abel, por ser el entrenador de mi madre y por los buenos resultados que está dando tu trabajo. Qué bonito trabajo tienes al trabajar con personas mayores. Mil gracias. No es peloteo, es la realidad, ante todo va la sinceridad. 

Abel, estoy haciendo el ejercicio de levantar la pierna de manera adversa, es decir, levantando la pierna acostada boca abajo, y duro mucho más, hasta 25 segundos. Mi euforia es que yo en esa posición no levantaba para nada las piernas. Tiene que deberse al fortalecimiento de los músculos con los ejercicios.

Te envío un vídeo de como ha bajado y subido mi madre las escaleras. ¡Me he quedado parada! Lástima que no tenía el móvil para grabarla porque no me ha dado tiempo de lo rápida que ha subido. 

Abel, está todo bien. Esta semana mi madre está haciendo todo. Salimos cada día y llevamos dos entrenos, nos falta uno más. Ella misma está pidiendo volver a hacerlo otra vez porque ha notado los cambios. 

¡Gracias Abel! Suerte en este nuevo proyecto que seguro nos hará ser más felices a todos. Mi madre está bastante ilusionada. Hace dos días consiguió desvestirse y meterse en la cama ella solita. Un poco forzada... eso sí, pero poco a poco. 

¡Ahora acabo de hacerle el entrenamiento de fuerza a mi madre y he flipado! Cuando hemos hecho cuádriceps, estirar la pierna, se lo he hecho sin la pesa porque quería ver qué tal lo hacía sin ayuda. Resulta que la pierna izquierda ya hace 8 repeticiones igual que con la derecha, y la sube igual que esta.

Abel, muchas gracias por todo, que Dios te pague lo bien que lo haces y cómo me ayudaste a poder andar. 

¡Hoy estoy contento porque mi padre ha subido y bajado dos veces las escaleras! Se ha cansado más a nivel respiratorio por el corazón que por las piernas.

Creo que mi madre ha avanzado bastante, prácticamente no podía levantarse ni de la silla. Hoy en su entrenamiento ha hecho 4 series de 6 repeticiones levantándose ella, ayudándose de sus manos. Vamos por buen camino y es gracias a Abel.